Google Reader y su larga sombra

Apreciado lector. Una vez existió un servicio que se llamaba Google Reader. Era un agregador de noticias especialmente útil para estar informado de una gran variedad de fuentes y que, cada vez que actualizaban su contenido, este llegase automáticamente a tu lista de artículos pendientes de lectura sin necesidad de ir a comprobar las actualizaciones en cada uno de las webs de origen.

Google Reader era un lector de RSS (que es como se denomina técnicamente este servicio que permitía rastrear las nuevas publicaciones). No era el único, hay más, por lo que su desconexión desde julio de este año no debería ser un problema para los que hacemos uso de este tipo de tecnología, más allá de la inconveniencia de buscar alternativa y mover tus datos, Google ofreció un servicio que permitía una migración rápida y sencilla, desde los servidores de Google a la nueva casa que eligiera cada uno. Pero el caso es que por pereza o inercia, el cambio a otra fuente no está siendo fácil y muchos nos estamos quedando por el camino.

Resultado: leo menos blogs,  muchos de ellos de amigos, y tengo problemas para estar informado de manera sencilla y regular de las cosas que me interesan o del devenir de esos amigos. Curiosamente muchos de ellos ya eran amigos antes pero otros muchos han sido contactos que la lectura mutua de blogs nos llevó a una sencilla y sincera amistad. Un efecto secundario, en este caso como creador de contenidos como este que estás leyendo, es que tengo la sensación que estoy perdiendo a parte de mis lectores habituales de la misma forma que otros creadores de contenido me han perdido a mi.

Como lector de contenido hay alguna alternativa. Twitter es un buen paliativo, pero no todo el mundo tiene Twitter o no es tan interesante publicando en su Twitter como lo era en su blog. Además no maneja la información de forma estructurada.

Como productor de contenido, estoy todavía más perdido. Por si acaso, he reforzado Facebook, asegurándome que mis actualizaciones del blog quedan a disposición de mis contactos en esta red social, normalmente amigos y familiares cercanos. También Google+ y Linked in muestran mis actualizaciones

En resumen. Me es más difícil participar de la conversación que propugna mi querido Manifiesto Cluetrain (del que ya hablamos en el blog). No he encontrado todavía un sitio que me permita hacer lo que hacía Google Reader y mientras tanto tengo la sensación de estar perdiéndome cosas muy interesantes y dejando de leer a personas que tienen mi respeto y admiración. Espero que no me lo tengan en cuenta.

Plug and Play Accelerator

Expo Day Spring 2013 

Gracias a mi buen amigo Juan Luis Hortelano, sigo de cerca las aventuras y desventuras de la aceleradora de proyectos Plug and Play en España y la de los proyectos a los que dan cobijo en Valencia de forma periódica. 

A principios de junio estuve en la presentación de los proyectos que habían incubado esta primavera. Puedes leer sobre ellos en la web de Plug and Play y también sobre lo vivido este emocionante día que contó con la presencia de importantes figuras de la esfera emprendedora en internet tanto de España como de Estados Unidos en un precioso auditorio de la Universidad Politécnica de Valencia.

Pero la innovación no para y rápidamente se abrió el plazo para los nuevos proyectos que se apoyarán este otoño. Ese plazo se acaba este 31 de julio, por lo que si tienes un proyecto en marcha o estás pensando arrancarlo, quizás valoras especialmente la posibilidad de apoyarte en los medios y recursos que Plug and Play pone a tu alcance y la posibilidad de saltar el charco camino de Silicon Valley en California de su mano.


Gamificación

A veces abusamos de las palabras importadas y los tecnicismos para dibujar una línea entre nosotros, duchos conocedores de la materia en cuestión, y el resto del mundo, pobres plebeyos que no han tenido acceso a nuestro océano de sabiduría. Más bien abusamos siempre, no sólo a veces.

Uno de los "palabros" que ha pegado mucho en el mundillo de internet y la innovación durante 2012 y 2013 es la palabra que titula este artículo: "Gamificación". Este término es la españolización del equivalente anglosajón "Gamification" del que ya hemos hablado en este blog en el pasado.

Para no haceros revisar históricos, os indico la definición que más me gusta por su claridad. Gamificación es la utilización de recursos y elementos de los juegos en entornos de "no juego". Es decir, no se trata de hacer las cosas jugando, sino de cambiar determinados elementos en el entorno por otros que hemos aprendido en los juegos, para conseguir los objetivos que nos hayamos propuesto. Proponer premios, establecer clasificaciones, crear hitos intermedios... son algunos de los pequeños trucos para incrementar la motivación, cohesionar equipos o completar tareas complejas.

¿A qué viene este rollo? A que en casa hemos gamificado el crecimiento de los niños. Como lo hizo mi padre conmigo y mis hermanos, lo hizo mi abuelo y seguro que lo hicieron y hacen en muchas de las casas de España. Dejar de pensar en que estoy loco o soy un poco friki, que también, lo único que hacemos es marcar en una de las paredes de casa la altura de cada uno de ellos y la fecha de la medición, y no borrarla, claro.

Los años van pasando y las marcas cada seis meses aproximadamente se van acumulando. Para los niños es entretenido ver su propio desarrollo, ser conscientes de los cambios que ocurren en su cuerpo y en el de sus hermanos. Para los padres es un registro de la evolución de los peques y, convenientemente tratados los datos en una hoja de cálculo, una curiosa comparativa de las curvas de crecimiento de cada uno de ellos (¡en casa son cuatro niños!).

 Y ahora pensad en palabros como el de Gamificación. A veces buscamos palabras raras para cosas sencillas como medir a tus hijos ¿mides tú a los tuyos?

Puntos de Vista

¿Cuántas veces has oido hablar de que hay que ponerse en el punto de vista del otro para poder juzgar una decisión o una acción de manera adecuada? Muchas. Y en todas ellas tenían razón. En nuestra cultura española tenemos demasiado arraigada la costumbre de quejarnos o simplemente criticar sin fundamento ni rigor el trabajo de los demás.

Hoy llegué en twitter, perdón perdón perdón pero no recuerdo quien lo colocó originalmente, a un curioso enlace que nos lleva a un curioso nuevo punto de vista: el de Pacman en su propio juego. Fantástica ambientación de esa que provoca escalofríos como aquellos ruiditos de DOOM que te anunciaban que no estabas sólo en un recinto.

La jugabilidad no es la mejor del mundo (hay que combinar teclado y ratón), pero la propuesta es verdaderamente diferente: Pacman convertido en un FPS (First Person Shooter) o lo que es lo mismo un juego de esos de pegar tiros en primera persona (Wolf3D, Duke Nukem, Doom...)

Os dejo el enlace directo (hay que instalar un plugin): http://www.kongregate.com/games/briderider/fps-man
Y el del artículo donde explica la historia (en inglés): http://www.fastcodesign.com/1672848/watch-pac-man-become-a-tale-of-survival-horror

Ganar finales

Me emocionan especialmente las celebraciones de los deportistas, hoy ha sido la del Atlético de Madrid tras ganar la Copa del Rey de fútbol. Y es que hace años yo también ganaba finales y campeonatos.

Unos cuestan más, otros cuestan menos, pero la sensación es verdaderamente irrepetible, no la he sentido igual en otra situación, ni laboral ni personal. Ni firmando un contrato, lanzando un proyecto o recibiendo un premio. Ni en mi boda ni en el nacimiento de mis hijos. Es otro tipo de alegría, una sensación de descanso por la satisfacción del deber cumplido que se mezcla con la alegría que además compartes con tus compañeros de equipo, en mi caso baloncesto.

Esa celebración en comunidad, junto a tus compañeros de fatigas, tensiones y anhelos es también única. He jugado en equipos de todos los pelajes y compartido vestuario con todo tipo de personalidades, y si algo tienen en común los equipos ganadores es lo que llaman la química en el vestuario. Es algo que se construye durante el año, no está presente desde el primer día y consigue que cuando llega el momento clave del año tu equipo sea una apisonadora.

Hace falta también talento, pero sin corazón no se consiguen títulos. Ojalá todos pudiesen ganar una final o un campeonato alguna vez en la vida. Es algo muy grande.

Medallas

El ritmo de trabajo con el que trabajamos en este siglo XXI a veces no deja resquicio a que pasen cosas, a que escuchemos a nuestro alrededor. Hasta que un buen día te paran por un pasillo y uno de tus usuarios clave te felicita por el éxito de un proyecto que pusiste en marcha hace dos meses y en el que junto a mucho trabajo de todo un equipo habías realizado una apuesta personal.

El ego y la autoestima, hay quien dice por ahí que son la misma cosa vista desde dos puntos diferentes, precisa de pequeñas cosas como esta. Sabíamos que el proyecto era pionero en el mundo de los desarrollos móviles y que lo completamos en tiempo y forma. Multiplataforma, multicanal... habíamos mimado la criatura y evangelizado a nuestro alrededor para que nada fallase. Involucramos a diferentes equipos y les conseguimos transmitir nuestra fe e ilusión. Todo habían sido buenas palabras y señas de aprobación, pero una felicitación espontánea y personal en medio de un pasillo tiene un valor incalculable.

En todas las empresas hay perfiles de esos que en el último momento esprintan hacia las medallas y dejan atrás a los que han llevado todo el peso. Aunque este caso el final fue ligeramente diferente, estaba todo el mundo tan ocupado que ni hubo "ceremonia de entrega de medallas", es verdaderamente gratificante y estimulante encontrarte con una sencilla y desinteresada felicitación.

Sed generosos con la gente que os ayuda. Una felicitación o agradecimiento a una labor bien hecha nunca está de más y para el que la recibe, como en este caso, quizás sea la chispa que enciende algo mucho más grande.

Foto: "Medal" de la wikipedia en inglés

Nos equivocamos

Nos equivocamos. Es fácil perderse, salirse del camino correcto y no todos los caminos llevan a Roma. No. 

Tener un blog y no escribir en el con regularidad es equivocarse. No lo sustituyas por reflexiones más o menos apresuradas en facebook, twitter o cualquier otro medio. El blog sigue siendo útil y, lo que es más importante, permanece en el tiempo y no pierde validez, no es flor de un día ni gloria efímera, ya lo dijo alguien antes que yo: "lo escrito, escrito está".

Revisando estadísticas históricas de este blog se puede ver como ciertos contenidos son atemporales y siguen teniendo vigencia y un flujo de visitas reseñable. Es cierto que en todos estos años han cambiado muchas cosas, desde la tecnología en nuestras manos para leer artículos (móviles, tabletas...) como nuestra forma de escribir (cada vez más breve y superficial) o consumir contenidos (de forma rápida).

Muchos abandonamos nuestros blogs y muchos estamos volviendo a ellos, parecen tener vida de nuevo y de manera regular intentamos traer interesantes reflexiones a la palestra. Otros no se fueron, tan sólo se transformaron, como Antonio con Error 500, donde los posts redujeron su longitud y su profundidad, pero su número se incrementó.

Nos equivocamos, pero esta vez hemos rectificado a tiempo, creo. depende de ti, lector.

¿Qué es un smartphone?


Me gustan los “experimentos” sociológicos y mas si tiene que ver con la tecnología y, en concreto, internet. El ultimo lleva casi dos meses en marcha, pero resultados y anécdotas se suceden de forma continua: Mi mujer ya tiene un smartphone.

¿Qué es un smartphone? Seré breve y conciso, para el 95% de la población un smartphone es un teléfono móvil con internet, preferiblemente con tarifa de datos contratada, pero a veces ir de wifi en wifi puede ser suficiente. Para el otro 5%, un smartphone es un terminal de internet con el que también puedes hablar en caso de urgencia :-)

Pero volvamos al meollo. Del mismo creador de "Mi suegra ya tiene Ubuntu" llega "Mi mujer ya tiene smartphone". Lo que mas sorprendido me tiene es lo natural que ha sido la transición y lo rápido que va incorporando a su dia a dia las aplicaciones y servicios que ofrece un terminal de este tipo frente a un teléfono “solo teléfono”. Curioso es el uso del whatsapp, o el de google talk y como crece el volumen de mensajes intercambiados y se amplia la red de contactos con diferentes personas que antes de su “conexión” eran mucho mas distantes y con interacciones mucho mas puntuales que ahora.

Las decisiones se aceleran a la vez de que se vuelven sociales gracias al aumento de información que llega y sale del nuevo terminal: “espera que te mando una foto”, “mándame el contacto que le llamo”, “reviso el correo y te cuento”… Quizás con tanta información y soporte en el teléfono ahora somos mas tontos a la vez que, paradójicamente, estamos mas seguros de nuestras decisiones o, al menos, estamos en disposición de tomarlas con mayor información. Hay una frase que viene al pelo y que el otro dia lei en el twitter de Alfonso Alcántara (@Yoriento) y que el atribuia a Les Luthiers, algo asi como “lo importante no es saber, sino tener el telefono del que sabe”.

En estos días han cambiado cosas. Ella consulta su teléfono mucho más que antes, a veces hasta en esos momentos que antes suponían motivo de disputa "deja el teléfono que estamos comiendo" y su vinculación con amigos y conocidos es más estrecha. Hay mucha gente a la que no llamamos pero si que les mandamos un mensaje. Eso une... y separa: es la brecha digital entre los conectados y los no conectados, a ver si le dedicamos un post específico.

Y es que al final, la revolución que suponen los móviles para la sociedad no es muy diferente a lo que experimenta mi mujer con su flamante nuevo teléfono. Gracias cariño por darme entradas de primera fila para ver tu salto a la generación móvil. Seguro que me da para unos cuantos artículos del blog que podrás leer en tu móvil, claro.

Windows 8

Utilizo un tablet con Windows 8 desde finales de agosto de 2012. No es mi ordenador principal, pero le dedico unos buenos ratos ya que por motivos profesionales hemos preparado un par de aplicaciones para dicho sistema operativo que estuvieron listas en su lanzamiento al público el 26 de octubre.

Se han escrito ya ríos de tinta acerca de las capacidades del nuevo sistema operativo de Microsoft y se han escrutado con lupa los números de las ventas tanto del propio sistema operativo como de hardware desarrollado exprofeso para aprovechar toda su funcionalidad táctil. Tanto la propia compañía de Redmon, con sus dispositivos Surface, como las compañías más conocidas de ordenadores han preparado dispositivos específicos para estos primeros meses de vida.

Como decía, mi intención es trasladaros mis sensaciones y mi visión estratégica de futuro. Windows 8 me gusta como sistema operativo para tablets (y quizás también para PC). Hace muchas cosas bien, no son grandes cosas, pero las suficientes. Microsoft se ha encargado además de solventar e incluir avances que contraponer a las carencias de su competidor principal, el iPad de Apple. No es nada especial, simplemente el hecho de llegar más tarde te posibilita no tropezar con las piedras que tropezaron otros.

Pero no estamos hablando del competidor del iPad. Estamos hablando de la revolución en el escritorio, porque los tablets con Windows 8 son ordenadores plenamente funcionales y con conexiones como puertos USB, HDMI o lector de tarjetas. De pronto el PC de casa, ese que todos conservamos pese a la revolución de los tablets, se levanta y viene hasta el sofá para sentarse con nosotros. Conectividad, gran pantalla, aplicaciones de escritorio (sí, Microsoft Office también) se sientan con nosotros y dejan a Apple con una sensación agridulce.

La terna de dispositivos iPhone - iPad - Mac que lleva poblando las arcas de Apple desde hace un par de años de pronto se rompe, y no por el eslabón del iPad, no. El torpedo de Microsoft vuela de un plumazo el Mac (o la necesidad de él) y como daño colateral se cobra algún que otro iPad. _Golpe duro e inesperado que fuerza a Apple a tomar decisiones.

Primero, renovar el SW del iPad para hacerlo multitarea sin estropear la experiencia de sus clientes ni traicionarse a si mismo. Buf. Segundo, hacer crecer el iPad de una vez, crecer en tamaño, porque se les está quedando en tierra de nadie. Los tablets de 7 pulgadas ganan la batalla de la itinerancia y flexibilidad, hasta el punto que se ha lanzado un iPad mini para parar la sangría, y las casi 10 pulgadas del iPad pierden cuando un tablet de Windows 8 se pone a su lado. Esa pantalla de más significa espacio para varias aplicaciones y mayor comodidad de navegación.

La batalla de Microsoft no es una batalla de pocos meses, quizás lleve más de dos años completar el viaje, pero Apple ha titubeado a las primeras de cambio y tanto Windows 8 como Google con Android se tirarán a la yugular de la presa para reconquistar el corazón de los usuarios. Todos pensando que Windows 8 sería la competencia del iPad y resulta que venía a redefinir el ecosistema de dispositivos. Teléfono - tableta - ordenador  va a ser algo diferente en el futuro. Mi apuesta no la tengo clara, tendremos usuarios con teléfonos grandes (phablets) y luego un ordenador o un tablet más grande con todos los servicios y usuarios que prefieran teléfono no tan grande, una tableta personal de siete pulgadas y un ordenador (táctil, ¿por qué no?) en casa.

Foto: Microsoft

Aunque no sea chino

Hace un tiempo me llegó por twitter esta perla de la imagen que generó la conversación de Ernesto Sánchez con el servicio técnico de Apple. Y es que con tanto asistente automático y tanto robot uno ya no tiene claro con quien está hablando y mucho menos si se trata de un operador de carne y hueso o una máquina diseñada para mantener una conversación que ayude a la resolución de dudas y problemas.

Si a eso le unimos que las bibliotecas de imágenes hacen que los "fotos" de los asistentes se repitan de una empresa a otra, ya tenemos el lío montado. Recordad, sospechad de cualquier sistema automático en cualquier sentido. A veces nos parece estar hablando con una máquina pero hay una persona escuchando ¿no os ha extrañado el comportamiento de algún reconocedor de voz que SIEMPRE os entiende? es bastante frecuente que haya una persona tecleando por nosotros y no un sistema de reconocimiento de voz.

Usuarios activos

Estamos bombardeados continuamente por cifras y datos que nos vienen a hablar del impresionante crecimiento en el uso de dispositivos móviles para conectarse a internet por parte de sus usuarios. Que si 100.000 usuarios, que si el 50% de los propietarios de un teléfono, etc. Aparte de lo chulas que puedan quedar algunas cifras, yo siempre me hago tres preguntas:

Primera pregunta: ¿Qué consideramos usuario móvil?

Si utilizo mi móvil para acceder a los servicios de mi banco entiendo que me consideren un usuario móvil, pero ¿qué ocurre si lo hago desde mi tablet? No todo el mundo lo cuenta igual y da pie a la siguiente duda ¿a partir de que tamaño de pantalla consideramos un tablet?


Segunda pregunta: ¿Qué operativa estamos incluyendo para "contar" a dichos usuarios?

Hay algunos que cuentan las descargas de una aplicación, aunque nunca la usemos en nuestro móvil, otros hilan más fino y controlan quien usa la aplicación y quien no. Incluso los hay que sólo cuentan a los usuarios que introducen sus datos de acceso para acceder a los servicios personalizados, por ejemplo en el caso de un banco, para revisar el estado de nuestros saldos o ver los últimos movimientos de algún producto.


Tercera pregunta: ¿Qué marco temporal utilizamos para medir los usuarios activos?

Podemos haber contestado a las dos primeras preguntas y todavía nos quedaría un tercer bloque para concretar nuestras estadísticas. Qué espacio temporal de usuarios vamos a controlar, es decir vamos a contar los usuarios que se hayan conectado al menos una vez en el último mes, trimestre, año... En los temas bancarios a mi me gusta utilizar la referencia del mes, al fin y al cabo tanto gastos como ingresos suelen ser mensuales en España.
Espero que estas tres preguntas os ayuden a ser más reflexivos al escuchar o emitir cifras relativas al uso de aplicaciones móviles porque las cifras, sin contexto, son simples cifras.
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